¿Una leyenda del boxeo? ¡Claro! Fue un tremendo boxeador al que el destino le reservó en algunas ocasiones el papel de malo, de villano, pero al final triunfó y salió a flote su afable personalidad; acabó siendo imposible encontrar a alguien que no valorase lo que Big George le supuso al boxeo.
Nació en Marshall, Texas, y vivió una infancia caracterizada por la falta de recursos. El boxeo fue su vida, su solución. Con 19 años conquistó el Oro Olímpico en México 1968, venciendo en la gran final al soviético Jonas Cepulis. La Arena México quedó boquiabierta con aquella victoria en el segundo asalto. Es cierto que en aquel torneo ganó todas sus peleas antes del límite, a excepción de aquella en 1/8 de final contra el polaco Lucjan Trela (decisión dividida y abucheos entre el público). Por cierto, en esa misma sesión nuestro Pepe Durán fue eliminado por el soviético Musalinov (nuestro futuro campeón europeo y mundial estuvo a punto de quedarse a vivir en México).
Y George fue campeón Olímpico, sí. Algunos quisieron ver en su celebración, con aquella pequeña bandera de Estados Unidos, una respuesta (que no existió) a la reivindicación del Black Power de Smith y John Carlos. Nada más lejos de la realidad.
Luego, el salto al campo profesional. Arrasó en su camino hasta destronar, y destrozar, al entonces invencible Joe Frazier. Lo que hizo Foreman aquella noche en Jamaica fue colosal, increíble. Se puede estar hablando durante horas de los 2 asaltos en los que acabó con el reinado de Frazier aquella noche de enero de 1973. Todavía algunos aficionados españoles, ya veteranos, aseguran que la potencia de Foreman hizo flotar sobre el aire la anatomía de Joe.
Parecía invencible. Era invencible. ¡Qué pocos creían en que Muhammad Ali acabase con su reinado! Pero sucedió en octubre de 1974. Foreman no pudo con el calor, con la presión del juego psicológico que le tendió Ali, con el hecho de cebarse queriendo destruir al hombre que le había desquiciado… era el villano en la noche en la que Ali le enseñó a Foreman que era un simple mortal.
¿Luego? El camino a intentar recuperar lo que había perdido. Guerra contra Ron Lyle, más victorias hasta encontrarse con un Jimmy Young que le venció a los puntos en marzo de 1977. Aquella noche, en Puerto Rico, George dijo que miró a los ojos a la mismísima muerte y se retiró del boxeo. Regresaría 10 años después y protagonizó una carrera hasta volver a ser campeón mundial, venciendo a Michael Moorer en noviembre de 1994; ahí dejó el récord de campeón mundial del peso Pesado más veterano de la historia.
Una carrera de leyenda, y una leyenda inmortal. Reverendo, padre de 12 hijos. Empresario de éxito, hombre comprometido con la sociedad. Se desconocen los motivos de su muerte, repito, pero su familia le rodeó para decir adiós a un hombre que, hace unas horas, miró a los ojos a la eternidad. Hasta siempre, genio.
Que emocionante artículo has escrito Gonzalo. Descanse en paz el gran Big George. 🙏
ResponderEliminarRest In Power Champ.
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