¿Volverá a boxear? No lo sabe, no ha tomado por el momento ninguna decisión. El pasado 13 de octubre, en Tokio, cayó en el tercer asalto la noche en la que intentó proclamarse campeón mundial WBO Minimosca. Para aquel duelo contra Shokichi Iwata vivió muchas cosas por el camino; lesiones, ser padre, nuevo negocio y algunas dudas e incertidumbre.
Jairo, tras la pelea de Japón, entendió que llegaba el momento de reflexionar. 32 años, un sueño incompleto y una certeza: encontrar más allá de los rings el sustento de su familia. El día que fue padre el boxeo, todavía, era un sueño por el que valía la pena subsistir en busca de ‘El Dorado’. Ahora, la estabilidad de su familia es lo que importa.
¿Te pica el gusanillo de la vuelta? Pregunto. “Me encanta ver mi gimnasio cada vez más lleno”, responde con sinceridad. ¿Volver? “Ahora mismo sólo volvería si el esfuerzo me garantiza un dinero que, si te soy sincero, no abunda en este peso… y más si no tienes promotores tan fuertes como tienen en Japón. Contra Iwata comprendí que las cosas no pasan por casualidad”. “Entreno poco, a mi ritmo. Ni me he planteado si lo echo de menos”.
Nunca se sabe. Jairo siempre se dejó llevar por su pasión y ahora, aunque pueda subir al Mosca para buscar el europeo, siento que se ha convertido en una persona que valora el presente por encima de cualquier promesa de futuro. “Leo tu blog y coincido en que Carmona es el más listo de la clase”, sentencia. “No quiero un combate con algo de dinero, ya pasé por eso, ahora mismo me motivaría más un plan, un objetivo. Algo distinto. Supongo que así pienso ahora, pero ya me conoces; puede que mañana diga que quiero pelear y cualquier cosa que me ofrezcan me parezca bien”.
“Pero ahora, siendo sincero, disfruto con mi familia y mi negocio. Pero ya veremos, nunca se sabe”. Supongo que todavía es pronto para ver qué hará en el futuro, pero siempre es agradable escuchar a una persona tan feliz de disfrutar su día a día.
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