Leo, con interés, que el periodista estadounidense Rick Glaser afirma que una sociedad dirigida por Turki se ha comprado nada menos que el 13% de DAZN. ¡El 13%! Puedo leer que dicha operación es de un billón de dólares. A ver, que en Estados Unidos usan la escala corta, para ellos 1 billón es mil millones de dólares.
¿Para qué este movimiento? Bueno, es claro. Turki quiere convertir el boxeo en un espectáculo y quiere explotarlo ‘en casa’. Todo lo bueno, a DAZN, que para eso ya está en prácticamente todo el mundo. Se cierra la soga. Boxeo y DAZN irán de la mano y ahora, en este momento, es cuando se puede entender que tanto Frank Warren como Bob Arum se vayan a llevar todo su boxeo a este operador.
Warren llegará en abril. ¿Y Arum? Top Rank acaba su contrato con ESPN a finales de julio y, por lo que afirma Glaser, ya tienen cerrado un acuerdo verbal con Turki y DAZN.
¿Funcionará? Debe. Turki quiere que los mejores se enfrenten contra los mejores y que dicho espectáculo, que no es barato, pueda ser rentable más allá de los petrodólares. DAZN será la casa del boxeo, sí, pero… .
El boxeo no se puede monopolizar. ¿Seguro? Sí. Seguirán habiendo televisiones a nivel mundial, promotores fuera de este acuerdo y posibilidades de disputar títulos mundiales más allá de Turki y de la Riyadh Season. Puede que el premio gordo sea que, si haces las cosas bien, acabes en el universo DAZN. Por ese motivo Turki ideó hacer junto al WBC una copa mundial de jóvenes valores que aún no estén en su órbita. Ojo, España estará presente (ya os contaré).
Por lo tanto, suerte a DAZN. Suerte a todos. Ojalá esto sea el principio de convertir el boxeo en aquello que siempre quisimos ver. Sólo hay algo pendiente para que Turki sea perfecto; entender que el PPV no funciona en países como España.
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