Leo con alegría que ya es miembro del salón de la fama, algo cantado, y entra con todos los honores en su primer año de elegibilidad. Lo merece. Me encantaría poder hacer un resumen de su inmensa carrera, pero me tiraría todo el fin de semana. Pero sí hay datos que deben destacarse para entender que estamos ante un boxeador de época.
Lo primero, entender que es el único boxeador que ha tenido un cinturón de campeón en 8 categorías de peso distintas. Sí, una barbaridad. Ha reinado desde el peso Mosca hasta el peso Superwelter. Una transformación física increíble, difícil de entender, pero que forma parte de su legado. Números que, en el boxeo de hoy en día, no podrá alcanzar ni superar nadie.
¿Su carrera? Pues algo tremendo. Es difícil ver a boxeadores que hayan sido campeones mundiales en 4 décadas. Desde 1998, que ganó el mundial WBC Mosca, hasta entrar en la década de 2020 con el título que conquistó ante Keith Thurman a finales de 2019. Vaya carrera.
Es el campeón mundial con mayor edad en la historia del peso Wélter, fue 3 veces boxeador del año para la revista ‘The Ring Magazine’, denominado campeón lineal en 5 categorías de peso, uno de los protagonistas de la pelea más exitosa de la historia (su pelea contra Mayweather y los 4,6 millones de ventas en PPV). Aquel duelo, al que llegó lesionado, acabó generando más de 600 millones de dólares en todo tipo de ingresos.
¿Grandes victorias? Muchísimas, pero si nos centramos en boxeadores que también hayan entrado en el salón de la fama… Barrera, Morales, Márquez, De la Hoya, Cotto, Mosley, Bradley y Hatton.
Debutó en Estados Unidos en la velada del Castillejo vs De la Hoya. Su promotor en aquel momento, Murad Muhammad, tenía los derechos para Estados Unidos del púgil español y aprovechó aquel duelo para presentarles a este rayo filipino. Llegó para quedarse y arrasar.
¿Otro dato más? España. Sí, aquí todavía se escucha su nombre. Cuando hablar con algún aficionado casual, o curioso, acaba mencionando su nombre cuando dice que este deporte le interesa. “El Pacquiao ese” o “ese chino”, dicen mientras intentan describir el particular estilo con el que boxeaba esta leyenda del boxeo.
Es dueño de su destino, quiere ser presidente de Filipinas y yo, de forma egoísta, desearía que se le vayan las ganas de volver a boxear.
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