Pocos lo sabían antes de la presentación del Usyk vs Fury II, Tyson Fury, excampeón mundial de peso Pesado, desveló ayer un episodio personal muy doloroso que vivió antes de su pelea contra Oleksandr Usyk en mayo de este año. Apenas un día antes del combate contra Usyk, su esposa Paris, embarazada de seis meses, perdió al bebé que esperaban.
Fury explicó que su esposa decidió no contarle nada antes de la pelea. Paris, que generalmente lo acompaña a sus combates, comunicó que no acudiría a Riad debido a complicaciones de salud. Eso preocupó a Fury, pero su mujer le habló de otros problemas médicos y no del aborto. Aunque sentía que algo no estaba bien, el inglés lo dejó estar sin saber la magnitud de lo que estaba ocurriendo en casa. Insistió en que ella viajase, de hecho Turki Alalshikh llegó a ofrecerle un vuelo privado con atención médica, pero la respuesta de Paris fue siempre la de rechazar acudir a Riad.
"Cuando ella me dijo que no podía venir, supe que había un problema", declaró Fury. Tras la pelea, cuando regresó a casa, le confirmaron lo que ya sospechaba: su esposa había perdido al bebé. Esta noticia lo afectó profundamente, especialmente por no haber estado presente para apoyar a Paris en ese momento tan difícil.
A pesar de este trágico acontecimiento, Fury ha dejado claro que no lo usa como justificación para su derrota ante Usyk. Simplemente fue una circunstancia desafortunada que coincidió con uno de los momentos más importantes de su carrera. "No pude estar allí para ella, y eso es difícil para mí", comentó Fury, pero afirmó que ambos están enfocados en seguir adelante.
Con esta experiencia aún reciente, Tyson y Paris han decidido no pensar en tener más hijos por ahora, ya que necesitan tiempo para superar lo sucedido. A pesar de todo, el excampeón está comprometido a prepararse para su próxima pelea, sin dejar que esta tragedia lo desvíe de sus objetivos.
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