No pudo ser. Jairo Noriega cayó derrotado en su asalto al título mundial Minimosca de la WBO en Tokio, Japón. Fue noqueado en el tercer asalto y sí, Shokichi Iwata demostró ser un peligro, un boxeador con un poder terrible cuando hablamos de una categoría de peso tan baja. tenía mucho peligro y se notaba una enorme diferencia de contundencia entre japonés y español.
Pero pasan las horas y yo, recordando la pelea, sigo manteniendo que algo no estuvo bien. Ese algo fue el árbitro, el estadounidense Raúl Caiz Jr.
Y lo sigo manteniendo porque en el tercer asalto, a la postre definitivo, se permitió algo tan peligroso como un golpe en la parte posterior de la cabeza de Jairo. Que sí, que previamente había recibido dos derechas (sobre todo la segunda) que le habían dejado sentido, pero ese golpe de conejo fue flagrante, peligroso y se actuó como si no hubiese pasado nada.
"Pero si estaba sentido y se da la vuelta", me comenta alguien por teléfono. "Claro, por darse la vuelta puedes golpearle en la nuca o pegarle una patada en los riñones, Total, desde que está sentido todo vale" respondo de forma irónica. No, Jairo no se da la vuelta de forma voluntaria (está desorientado) e Iwata sabe perfectamente dónde está golpeando.
¿Aplicar el reglamento? ¿Dar tiempo a Jairo para recuperarse? Cualquier cosa menos lo que se hizo. Luego Caiz padre, y este Caiz hijo, dan seminarios (sobre todo para la WBA) y hablan de los riesgos de los golpes de conejo. De hecho, en la 94 convención de la WBA, Caiz padre (a saber dónde estaba el hijo) dijo de los golpes en la parte posterior de la cabeza que “hay que llamar la atención en cuanto se presenté la situación por primera vez, y ser enérgico en el reclamo. Son golpes peligrosos que traen luego consecuencias, tal vez inmediatas pero también a largo plazo”. La palabras se las llevó el viento, supongo.
Esto fue el 18 de diciembre de 2015 en un seminario ante oficiales de la WBA. No se trata de no asumir la derrota, se trata de denunciar que hay acciones peligrosas y no actuar se llama NEGLIGENCIA. No, no estoy diciendo que robaron a Noriega; afirmo que jugaron con su salud y eso está por encima de todo.
Si esa acción hubiese sido al revés y Jairo hubiese golpeado así a Iwata... ¿hubiese iniciado Caiz Jr. la cuenta? Vaya usted a saber... .
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